Cada día son más las personas de todo el mundo que dedican sus vidas a aprender las enseñanzas de Ifá. Como hemos dicho en más de una ocasión, esta religión tiene sus raíces en el mismo origen de la cultura Yoruba. Así, en la práctica tradicional son muchos los linajes que practican Ifá de manera diferente, si bien siempre tienen puntos en común. Por eso es importante saber cuál linaje practicamos y seguirlo siempre. A nivel religioso las ciudades con más relevancia histórica son Ilé Ife y Oyo.
Oyo, ciudad de donde proviene el linaje que practicamos en Ilé Awo, está dedicada especialmente al culto de Shango (Sàngó), ya que según algunas leyendas este orisha fue uno de los reyes de Oyo. El Oni de Ifé y el Alaafin de Oyo siguen siendo considerados en la actualidad reyes yorubas. Dentro de la práctica religiosa tradicional, el Oni de Ife es el más alto representante de Ifá, mientras que el Alaafin de Oyo es el representante de Shango en la tierra.
Es importante conocer los linajes porque cada uno de ellos tiene sus particularidades al practicar Ifá.
La práctica de Ifá en el mundo se difundió en la época de la esclavitud, durante la Maafa, cuando millones de Yoruba fueron desterrados al “nuevo mundo” para servir de esclavos a los terratenientes colonizadores. Cuba fue receptor de una gran cantidad de estos Yoruba que siguieron practicando su religión, sincretizando a sus deidades con santos cristianos para que la iglesia no castigara estas prácticas. Es por eso que en la práctica afrocubana a Shango se le sincretiza con Santa Bárbara, por ejemplo, aunque en la práctica tradicional este es un error grave porque el Orisha de la virilidad no puede ser representado en una mujer.
Es por ello que Cuba ha sido uno de los principales focos de práctica y conocimiento de esta religión, pero siempre implementando elementos locales. De la misma manera, el idioma yoruba fue modificado a lo largo del tiempo porque los cubanos no podían entender lo que estos decían.
En los últimos años y gracias al desarrollo de las nuevas tecnologías hemos podido tener contacto directo con estas culturas que mantienen sus tradiciones y prácticas religiosas intactas. Este contacto ha permitido enriquecer nuestro conocimiento sobre la religión y corregir algunas deformaciones en la práctica de la misma, adentrándonos así en la práctica tradicional y en los diversos linajes. En Ilé Awo fuimos de los primeros en tener este contacto y de difundir el conocimiento del linaje de Oyo a través de nuestra web y también de las aplicaciones móviles que tenemos a su disposición.